26.3.15

El Monje y El Rio



Un maestro Zen y su alumno, caminaban por la orilla de un río. Al fondo se miraba una mujer muy joven y hermosa que intentaba cruzar el rio pero se regresaba, aparentemente tenía miedo de ser arrastrada por la corriente. 

El maestro Zen le explicaba ese preciso día a su alumno, la importancia que tiene para ellos no tener contacto con la mujer, ya que era posible romper el punto de equilibrio que se busca dentro de su cultura. Por lo tanto, recalcaba el maestro. 
-Es importante: no tocarlas, no mirarlas y no tener ningún tipo de vínculo con ellas.

Mientras explicaba estas y otras razones, se cruzaron con la mujer que intentaba cruzar el rio; que para ese momento ya se miraba muy desesperada.

El maestro se detuvo y la observo. Se coloca delante de ella y se agacha, como indicándole a la mujer que subiera a sus espaldas. La mujer capto el mensaje y sin dudarlo siquiera subió a su espalda.

Con la mujer a sus espaldas la llevó hasta la otra orilla. El alumno que no daba crédito a lo que estaba observando se limitó a cruzar el rio detrás de ellos.

Del otro lado del rio el maestro se agacha nuevamente como indicando a la mujer que bajara y ella lo hizo. No sin antes mostrar un gesto de agradecimiento. 

El alumno estaba furioso. Sin embargo no dijo nada pero hervía por dentro. Continuaron su camino al monasterio, pero a partir de ese momento el maestro ya no habló. Y con su silencio crecía más rabia del alumno al no obtener una explicación de aquello que había presenciado.

Después de unas horas en silencio, el alumno encolerizado decide hablar. Y le reclama en un tono molesto a su maestro y le dice:
- Maestro es usted un hipócrita

El monje como esperando esta reacción de su alumno contesta tranquilamente
- ¿Por qué me dices eso?
- ¿Cómo que porque?- responde el alumno- usted me venía explicando la importancia que tiene para un monje budista no tocar una mujer y usted no sólo la toco, sino que permitió que se colocara a sus espaldas. ¡Usted cargo a esa mujer!
-Yo no puedo creer en alguien que dice una cosa y hace algo completamente diferente. 

El maestro sonrió y le pregunto:
- ¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y yo? 
- No – respondió el alumno dejando entrever su enojo
- La diferencia entre tú y yo – continuo el maestro – es que yo deje a esa mujer del otro lado del río unas horas atrás. Y tú todavía la estás cargando.