30.1.11

Obstáculos

Voy andando por un sendero.
Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en lo arboles, en los pájaros, en las piedras.
En el horizonte se recorta la silueta de una ciudad.
Agudizo la mirada para distinguirla bien.
Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo.
Todas mis metas, mis objetivos y mis logros.
Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad.
Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, lo que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicione, aquello que será el mayor  de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esta ciudad.
Sin dudar empiezo a caminar hacia ella.
A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba.
Me canso un poco pero no importa.
Sigo.
Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino.
Al acercarme, veo que una enorme zanja impide mi paso.
Temo… dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente.
De todas maneras, decido saltar la zanja.
Retrocedo, tomo impulso y salto…
Consigo pasarla.
Me repongo y sigo caminando.
Uno metros más adelante, aparece otra zanja.
Vuelvo a tomar carrera y también la salto.
Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado.
Me sorprende un abismo que detiene mi camino.
Me detengo.
Imposible saltarlo.
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas.
Me doy cuenta de que están allí para construir un puente.
Nunca he sido hábil con mis manos.
…Pienso renunciar.
Miro la meta que deseo… …y resisto.
Empiezo a construir un puente.
Pasan horas, o días, o meses.
El puente está hecho.
Emocionado, lo cruzo.
Y al llegar al otro lado… descubro el muro.
Un gigantesco muro frio y húmedo rodea la ciudad de mis sueños…
Me siento abatido…
Busco la manera de esquivarlo.
No hay caso.
Debo de escalarlo.
La ciudad esta tan cerca…
No dejare que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar.
Descanso unos minutos y tomo aire…
De pronto veo,
a un costado del camino,
un niño que me mira como si me conociera.
Me sonríe con complicidad.
Me recuerda a mi mismo… cuando era niño.
Quizá por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja:
-¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?
El niño encoje los hombros y me contesta:
- ¿Por qué me preguntas a mí?
Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras…
Los obstáculos los trajiste tú.
Jorge Bucay

14.1.11

Usa Protector Solar (Wear Sunscreen)

Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: Usen protector solar.

Con esta frase comenzaba en 1997 Mary Theresa Schmich un “Poema-Discurso” llamado Wear Sunscreen (Usa protector solar) en una columna del Chicago Tribune.

Más tarde, en 1999, la agencia publicitaria brasileña DM9 realizaba un vídeo para la compañía Sanofi Aventis que se basaba en este discurso de Mary Theresa.