24.12.10

El Regalo de Dios



Te he visto recorrer los centros comerciales en busca de un regalo muy especial,

Juntar dinero poco a poco para comprarle a el o a ella ese regalo que tanto espera,
Mirar mil anillos buscando el regalo mas perfecto para ella.

Pasar en vela la noche buena para armando ese juguete a esa personita que tanto amamos;
¿Pero porque lo hacemos?
Para deslumbrar, para asombrar… para escuchar esa pregunta que nos llena el alma a todos
Y que nos encanta; cada que regalamos algo ¿¡Es para mi!?

¿Sabes algo? Dios también hace las cosas por eso.
Así que la próxima vez que un amanecer te deje sin habla, 


que un prado de flores te deje sin aliento

quédate así como estas ahorita quieto o quieta, no digas nada
Y escucha lo que te dice el señor. 

¿Te gusta? ¡ES PARA TI!


6.12.10

Sandra: Ejemplo de Superación Personal


" Tener una discapacidad es tener una condición distinta , es tener una forma de ser distinta , pero no significa tener una forma de vivir distinta " Sandra

12.11.10

¿Qué es la Ludopatía?

Mejor conocido como “Juego Patológico” y es reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como enfermedad en el año 1992. Sin embargo la Asociación Americana de Psiquiatras (APA), la incluye este trastorno entre las alteraciones debidas a un bajo control de los impulsos, desde 1980.
El juego patológico es una enfermedad que se caracteriza por el impulso incontrolable por jugar. Que se caracteriza por la negación de la perdida del control sobre el juego y sus consecuencias afectan negativamente en el aspecto familiar, laboral, personal y legal.
Es esta falta de control de impulsos y lo reforzante que resulta recibir un premio de manera inesperada, lo que produce la adicción al juego; y tal como ocurre con los diferentes tipos de adicciones, ya sean al alcohol, tabaco u otras drogas ilegales, es imposible determinar una causa única del problema. Los motivos que lleven a un individuo a presentar un problema con su manera de jugar dependerán de su contexto e historia individual. Sin embargo podemos encontrar algunos rasgos característicos; como su relación con trastornos de tipo obsesivos compulsivos (TOC), personas con cuadros depresivos, ansiosos y consumo de sustancias, principalmente alcohol y tabaco.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales IV. Para recibir el diagnóstico, el individuo debe cumplir al menos tres de los siguientes síntomas:
  1. Preocupación. El sujeto tiene pensamientos frecuentes sobre experiencias relacionadas con el juego, ya sean presentes, pasadas o producto de la fantasía.
  2. Tolerancia. Como en el caso de la tolerancia a las drogas, el sujeto requiere apuestas mayores o más frecuentes para experimentar la misma emoción.
  3. Abstinencia. Inquietud o irritabilidad asociada con los intentos de dejar o reducir el juego.
  4. Evasión. El sujeto juega para mejorar de su estado de ánimo o evadirse de los problemas.
  5. Revancha. El sujeto intenta recuperar las pérdidas del juego con más juego.
  6. Mentiras. El sujeto intenta ocultar las cantidades destinadas al juego mintiendo a su familia, amigos o terapeutas.
  7. Pérdida del control. La persona ha intentado sin éxito reducir el juego.
  8. Actos ilegales. La persona ha violado la ley para obtener dinero para el juego o recuperar las pérdidas.
  9. Arriesgar relaciones significativas. La persona continúa jugando a pesar de que ello suponga arriesgar o perder una relación, empleo u otra oportunidad significativa.
  10. Recurso a ajenos. La persona recurre a la familia, amigos o a terceros para obtener asistencia financiera como consecuencia del juego.
Existen una gran variedad de tratamientos para el juego patológico que incluyen el consejo, los grupos de autoayuda y la medicación psiquiátrica. Existen modelado con base en el tratamiento de, Alcohólicos Anónimos (AA) utiliza un modelo en 12 pasos que hace hincapié en un enfoque de ayuda mutua. Y se ha visto que un enfoque, la terapia Cognitivo Conductual reduce los síntomas y las urgencias relacionadas con el juego.

9.10.10

Gente Como Uno “Chava”

Caso de Salvador Sígala González y María Leticia Rodríguez Álvarez
“… Pensando en mi hija se me ocurrió la "brigada base chueca" ¿Por qué base cuecha? para que mi hija fuera grabándose ¡CHUECO! que chueco no es ofensa. Chueco es yo puedo. Estoy chueco, pero puedo salir adelante"
Lo mío no es un problema, Dios me hizo un poco chueco
para manifestar su grandeza
Salvador Sígala González






30.9.10

Se Feliz (Be Happy)

Un pequeño libro que ayuda a ser feliz.


Muéstrate.
Sigue tu instinto.
Inspírate.
Deja de ser una victima.
Haz todo aquello que sabes hacer bien.
Ama tu trabajo.
Míralo todo desde una nueva perspectiva.
Ten curiosidad por todo lo que te rodea.
No te aísles.
Júntate con los que quieres.
Márcate objetivos.
Acaba lo que empezaste.
Ayuda a los demás.
Olvídate por un día de las noticias.

Baila.
Mímate un poco.
Enfrenta tus miedos.
Visita un museo.
Alguna decisión es mejor que ninguna decisión.
Haz ejercicio.
Desenchúfate de la tele.
Escucha música.
Mantente en contacto con la naturaleza.
Animo, Tú puedes.
Busca el equilibrio.
Procura dormir bien.
Lee.
Compra flores.
Trata de llegar.
Programa un plan realista.
No te compares con los demás.
Vive el momento.
No seas injusto contigo mismo.
Acepta que la vida tiene momentos buenos y malos.
Piensa cada noche en las cosas buenas que te han sucedido hoy.
Deja que entren las nuevas ideas.

Cree en ti.
Se amable.
Deja que la gente sepa lo especial que eres.
Se honesto contigo mismo.
No dejes que te obsesionen los pensamientos negativos.
Céntrate en crear lo que deseas.
Dedica tiempo simplemente a divertirte.
Da las gracias a las personas que te enseñan, que te apoyan, que te animan e invítales a tomar un café.
No olvides que el dinero no puede comprar la felicidad.
Ofrece lo que ya no necesites a quienes si puedan necesitarlo.
Valora quien eres en este momento.
Forma parte de un grupo.
Encuentra un espacio común.
Cuida el amor en tu vida.
Haz una lista de agradecimientos.
Ama a la Madre Tierra.
Hazlo lo mejor posible.
No pierdas la esperanza. No sabes lo que el mañana te puede traer.
Nunca dejes de aprender.
Aprecia lo que tienes.
Cree en algo tan grande como tu mismo.
Permanece junto a tus amigos y tu familia.
Se honesto contigo mismo.

2.9.10

¡Si, Tú Puedes! (Equipo Hoyt)

Los Primeros Años
Rick nació en 1962, a Dick y Judy Hoyt. Como resultado de la falta de oxígeno al cerebro de Rick en el momento de su nacimiento, Rick fue diagnosticado como un tetrapléjico con parálisis cerebral espástica. Dick y Judy se les aconsejó que institucionalizar Rick porque no había posibilidades de que se recupera, y poca esperanza para Rick vivir una vida "normal". Esto fue sólo el comienzo de Dick y la búsqueda de Judy para la inclusión de Rick en la comunidad, deportes, educación y un día, el lugar de trabajo.

Mañana de Navidad
Dick y Judy pronto se dieron cuenta que a pesar de Rick no podía caminar o hablar, era muy astuto y sus ojos se les siguen por la habitación. Lucharon para integrar a Rick en el sistema escolar público, empujando a los administradores ver más allá de las limitaciones físicas de Rick. Dick y Judy tomaría trineo Rick y la natación, e incluso le enseñó el alfabeto y las palabras básicas, como cualquier otro niño. Después de dar una prueba concreta de la inteligencia Rick y capacidad de aprender como todo el mundo, Dick y Judy necesitaba encontrar una manera de ayudar a Rick comunicarse por sí mismo.

Con 5.000 dólares en 1972 y un grupo cualificado de ingenieros en la Universidad Tufts, un ordenador interactivo fue construido para Rick. Este equipo consiste de un cursor que se utiliza para resaltar cada letra del alfabeto. Una vez que la carta se destacó Rick quería, él fue capaz de seleccionar con sólo un simple toque con la cabeza contra una pieza de cabeza unida a su silla de ruedas. Cuando el equipo fue originalmente primero trajo a casa, Rick sorprendió a todos con sus primeras palabras. En lugar de decir: "Hola, mamá", o "Hola, papá", fueron los primeros "habla de Rick" palabras: "Id, Bruins!" Los Boston Bruins estaban en la final de la Copa Stanley de la temporada. Estaba claro desde ese momento, que Rick amaba los deportes y siguieron el juego como cualquier otra persona.

En 1975, a la edad de 13, Rick fue finalmente admitido en la escuela pública. Después de la secundaria, Rick asistió a la Universidad de Boston y se graduó con una licenciatura en Educación Especial en 1993. Dick se retiró en 1995 como Teniente Coronel de la Guardia Nacional Aérea, después de servir a su país durante 37 años.

El comienzo del Equipo Hoyt
Primer Maraton. Boston, 1981
En la primavera de 1977, Rick le dijo a su padre que quería participar en un beneficio de 5 millas, postularse para un jugador de lacrosse que había sido paralizado en un accidente. Lejos de ser un corredor de larga distancia, Dick aceptó empujar a Rick en su silla de ruedas y terminaron todas las 5 millas, llegando en el penúltimo lugar. Esa noche, Rick le dijo a su padre: "Papá, cuando estoy corriendo, se siente como si no estuviera discapacitado".

Esta realización fue sólo el comienzo de lo que sería más de 1.000 carreras completadas, incluyendo maratones, duatlones y triatlones (6 de ellos que son competiciones Ironman). Y como complemento a su lista de logros, Dick y Rick bicicleta y corrió a través de los EE.UU. en 1992, completando un total 3.735 millas en 45 días.
En un triatlón, Dick Rick se tire en un bote con una cuerda de bungee conectado a un chaleco a la cintura y la parte delantera de la embarcación para la etapa de natación. Para la etapa de ciclismo, Rick montar una bicicleta especial de dos plazas, y Dick se va a empujar a Rick en su silla ejecuta por encargo (para la fase de ejecución).
Triatlon Alemania 2010

Rick le preguntaron una vez, si pudiera darle a su padre una cosa, ¿qué sería? Rick respondió: "Lo que más me gustaría es que mi papá se siente en la silla y yo lo empujaba por una vez."

El Maratón de Boston 2009 fue oficialmente el numero 1000 del Equipo Hoyt. Rick siempre dice que si todo se reduce a hacer una carrera de un año a él le gustaría ser el Maratón de Boston. Dick Hoyt esperanza de que él es capaz de empujar a Rick en el maratón de Boston cuando él tenga 70 años para el 2011. Ni Dick o Rick está listo para jubilarse todavía.






Referencias

27.8.10

El Bosque

Tiempo atrás, yo era vecino de un médico, cuyo hobby era plantar árboles en el enorme patio de su casa. Observaba de mi ventana su esfuerzo por plantar árboles y más árboles, todos los días. Lo que más llamaba mi atención era que él jamás regaba las plantas que sembraba. Pasé a notar, después de algún tiempo, que sus árboles estaban demorando mucho en crecer.

Cierto día, resolví entonces aproximarme al médico y le pregunté si él no tenía recelo de que las plantas no creciesen, pues percibía que él nunca las regaba. Fue cuando, con un aire orgulloso, el me describió su fantástica teoría.

Me dijo que si regase sus plantas, las raíces se acomodarían en la superficie y quedarían siempre esperando por el agua fácil, que venía de arriba. Como él no las regaba, los árboles demorarían más para crecer, pero sus raíces tenderían a migrar para lo más profundo, en busca del agua y de las varias nutrientes encontradas en las camadas más inferiores del suelo. Así, según el, los árboles tendrían raíces profundas y serían más resistentes a las interperies.

Esa fue la única conversación que tuve con mi vecino. Tiempo después fui a vivir a otro lugar, y nunca más lo encontré. Varios años después, fuí a dar una mirada a mi antiguo vecindario. Al aproximarme, noté un bosque que no había antes. ¡¡Mi antiguo vecino, había realizado su sueño!!.

Lo curioso es que aquel era un día de un viento muy fuerte y helado, en que los árboles de la calle estaban arqueados, como si no estuviesen resistiendo al rigor del invierno. Sin embargo, al aproximarme al patio del médico, noté como estaban sólidos sus árboles: prácticamente no se movían, resistiendo implacablemente aquel fuerte viento.

Que efecto curioso, pensé… Las adversidades por las cuales aquellos árboles habían pasado, habiendo sido privados de agua, parecía que los había beneficiado de un modo que el confort y el tratamiento más fácil jamás lo habrían conseguido.

Todas las noches, antes de acostarme, doy una mirada a mis hijos. Frecuentemente rezo por ellos para que sus vidas sean fáciles. Pero ahora pienso que es hora de cambiar mis oraciones, porque sé que mis rezos para que las dificultades no ocurran son muy ingenuas. Siempre habrá una tempestad en algún momento de nuestras vidas. Por tanto, al contrario de lo que siempre he hecho, pasaré a rezar para que mis hijos crezcan con raíces profundas, de tal forma que puedan retirar energía de las mejores fuentes, de las más divinas, que se encuentran siempre en los lugares más difíciles.

En verdad lo que necesitamos hacer es pedir para desenvolver raíces fuertes y profundas, de tal modo que cuando las tempestades lleguen y los vientos helados soplen, resistamos bravamente, en vez de que seamos subyugados y barridos.

Autor desconocido

Triunfadores

A veces los triunfadores no son aquellos a los que todo el mundo aplaude y reconoce. No son los que construyeron grandes obras, dejaron constancia de su liderazgo o viajaron en primera clase. A veces los triunfadores no son los administradores geniales, ni los visionarios del futuro o los grandes emprendedores. Por ello, tal vez no los reconoceríamos en medio de tanto pensador, filósofo o tecnólogo, que supuestamente conducen a este mundo por la senda del progreso.

A veces el triunfador no es el negociador internacional, o el hacedor de empresas de clase mundial o el deslumbrante estadista que asiste a reuniones cumbre. No es el que se afana por exportar mucho, sino el que todavía se importa a sí mismo.

Porque el triunfador puede ser también el que calladamente lucha por la justicia, aunque no sea un gran orador o un brillante diplomático. El triunfador puede ser igualmente el que venció la ambición desmedida y no fue seducido por la vanidad o el poder. Es triunfador el que no obstante que no viajó mucho al extranjero, con frecuencia hizo travesías hacia el interior de sí mismo para dimensionar las posibilidades de su corazón.

Es el que quizás nunca alzó soberbio su mano en el podium de los vencedores, pero triunfó calladamente en su familia y con sus amigos y los cercanos a su alma. Es, quizá, el que nunca apareció en las páginas de los periódicos, pero sí en el diario de Dios; el que no recibió reconocimientos, pero siempre obtuvo el de los suyos; el que nunca escribió libros, pero sí cartas de amor a sus hijos y el que pensó en redimir a su país a través de la asfixiante aventura de su trabajo común y rutinario y aquel que prefirió la sombra, porque, finalmente, es tan importante como la luz.

A veces el triunfador no es el que tiene una esplendorosa oficina, ni una secretaria ejecutiva, ni posee tres maestrías; no hace planeación estratégica ni elabora reportes o evalúa proyectos, pero su vida tiene un sentido, hace planes con su familia, tiene tiempo para sus hijos y encuentra fascinante disfrutar de la hermosa danza de la vida.

A veces el triunfador no es el que pasa a la historia, sino el que hace posible la historia; el que encuentra gratificante convencer y no sólo vencer y el que de una manera apacible y decidida lucha por hacer de este mundo un mejor lugar para vivir. El que sabe que aunque sólo vivirá una vez, si lo hace con maestría, con una vez le bastará. A veces el triunfador no tiene que ser el que construyó grandes andamiajes y estructuras administrativas, pero supo cómo construir un hogar; no es el que tiene un celular, pero platica con sus hijos, no tiene email, pero conoce y saluda a sus vecinos, no ha ido al espacio exterior, pero es capaz de ir hacia su espacio interior y sin haber realizado grandes obras arquitectónicas, supo construirse a sí mismo y fue, como dice el poeta, el cómplice de su propio destino.

A veces el triunfador suele ser Teresa de Calcuta, o Francisco de Asís o Nelson Mándela, o tal vez la enfermera callada, el obrero sencillo y el campesino olvidado, porque como personas triunfaron sobre la apatía o el desencanto y con su esfuerzo cotidiano establecieron la diferencia.

A veces el triunfador puede ser el carpintero pobre de un lugar ignorado, o una mujer sencilla de pueblo o un niño humilde que nació en un pesebre, porque no había para él lugar en la posada...

A veces el triunfador, puedes ser tú si así lo piensas y te lo propones.


Martín Romero