12.3.13

Chingones Mis Viejos

Foto: Memo Vásquez - Viejo Mayo

El domingo jui pa’ la plaza
onde hablaron unos entrajeaos,
que dizque iban arreglar munchas cosas en el pueblo;
vieras visto, Calobeto,
cómo les echó flores el comisario
a los jorocones que vinieron,
por todas las mejoras qui'ban hacer pa’ la gente;
que según hasta un represo iban hacer.

Cuándo iba faltar el Neto churrero
en pasar hablar por el micrófono,
cuando dijieron que si alguien quería pasar a decir algo,
por los güenos beneficios qui'bamos a tener.

Uta, Calobeto, ¡cómo me dio vergüenza!
resulta que'l Neto, nomás pa’ quedar bien
dijo que los importantes esos,
eran unos fregones pa’ gobernar.

Y yo dije que "fregones"
era una "mala palabra", pues;
y no me va oyendo el Profesor Ubaldo
y me enseñó que "fregón" no es herejía;
dice que'stá bien decir "chingón" tamién,
que sinifica ser muy güeno pa’ algo.

Yo nomás digo una cosa, tú... Calobeto:
si dicen que hacer cosas con el dinero del pueblo,
es una fregonería, yo me pongo a pensar en mis viejos
y en toda esa gente, antes que nosotros
que han tenido que "darle duro" sin la ayuda de nadien;
nosotros nomás juimos siete
y ahi como pudieron nos sacaron adelante
con el tanichito que pusieron.

No, Calobeto, esos amigos no hacen gracia.
¡Chingón mi apá!, que empezó trabajando en el campo,
en lo que hubiera sin estar atrás di'un escritorio
nomás esperando que llegara la quincena,
y ¡chingona mi amá! que siempre hizo que los frijoles alcanzaran,
y todavía le quedan juerzas (hasta la fecha)
pa’ seguir con el quehacer de la casa
y rematar atendiendo en la tienda,
que la puso después de andar muncho tiempo,
casa por casa vendiendo en el pueblo y en los campos,
cuando mi apá la llevaba en aquella troquita
for cincuenta y siete que tenía ¿Te acuerdas?

Chingón mi apá, Calobeto que siempre ha sembrao
sin que nadien le asegure si vas'tar bien la cosecha;
no me salgan hora con que ellos son los chingones.

Chingones mis viejos y la gente que se arriesga
como el Mayón de la caseta o los Zamayoa taqueros,
ésos sí son chingones;
los que son los horcones del medio pa’ este pueblo.

Chingones mi apá y mi amá
que han pasao hambres cuando éramos plebes,
pero sus hijos "ni en cuenta",
porque primero nos daban a nosotros,
y los del gobierno... quién sabe onde andaban.

Chingonas las mamases de nosotros, Calobeto
que han hecho rendir todo remendando los trapos,
y haciendo chores los pantalones
pa’ sacarles más jugo toa’vía,
y que se dan tiempo pa’ preguntar onde andamos
y aqui'ora vamos a llegar
y que téngamos muncho cuidao
en no andarnos juntando con el Chuyón mariguano,
y que hórremos cuando haiga
pa’ que váyamos aprendiendo.

Uta, ora ya me estoy dando cuenta
que mi apá era un chingón, Calobeto
por estar encima jodiendo hasta que termináramos la chamba
cuando él podía berla hecho rapidito,
aunque… no le gustaba verse cabrón al viejo
cuando nos jalaba las orejas, porque l'ibamos a'garrar muina;

'Ora me cai el veinte que le dolía más a él azotarnos,
nomás tres, decía: pero bien daos
y que no l'importaba que nos diéramos cuenta
que tamién erraba, mi apá.

No hay güelta di'hoja: l'historia de a deveras,
la de a güenas d'esa que nomás está un pedazo en los libros,
esa l’hace el pueblo, Calobeto no los mandamases.

Uchi, cómo hay que darle gracias a Dios
por ber tenido los viejos que tenemos: gente PURA y FRANCA
que no se anda con "una y un pedazo"
a l'hora de tender la mano a los que estén más abajo
y que se partieron el lomo por sus hijos.

Qué güeno que me'stoy dando cuenta a tiempo:
chingones mis viejos, Calobeto...
¡CHINGONES MIS VIEJOS!

Bruno Pablos
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Voz: Bruno Pablos